Pese a que el Gobierno indio afirma que las cifras oficiales de muertos por la violencia en Orissa son sólo 31, en realidad las víctimas de la ola de violencia anticristiana que sacudió recientemente el estado indio de Orissa -que las agencias internacionales fingen ignorar- son al menos 500, según afirmó un representante del gobierno local, que confesó haber permitido la cremación de al menos 200 cuerpos, según recoge la agencia Asianews. Esta persona, que pidió mantener el anonimato, reveló estas cifras a un grupo del Partido comunista de la India marxista-leninista (Cpi-Ml), que realizó una visita-pesquisa en el distrito de Kandhamal. Entre el 15 y el 16 de octubre, el Cpi-Ml visitó las aldeas destruidas y los campos de refugiados, y entrevistó a magistrados y policías. El informe fue publicado en el número de noviembre de la revista "Liberation", órgano oficial del partido comunista indio. "Además de las declaraciones sobre el número real de muertos, el informe describe también la incoherencia entre lo que asegura el Gobierno sobre los campos de refugiados y la situación real", afirma la agencia Asianews, del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME). Según el Gobierno, en los 15 campos de refugiados -que albergan a 12.641 personas huidas de las devastaciones- hay alimentos en abundancia, médicos, medicinas, escuelas para los niños. En cambio, al visitar algunos campos, el grupo notó raciones insuficientes, falta de medicamentos y ninguna ayuda para las mujeres embarazadas, y describen "una atmósfera llena de terror entre los cristianos, que temen por su vida si osan volver a sus aldeas". "Los grupos fundamentalistas quieren alejar a las fuerzas de policía enviadas por el Gobierno central, y se están organizando en grupos armados, amenazando a aquellos que no se convierten al hinduismo -afirma Asianews-. Al mismo tiempo, los responsables de los campos de refugiados incitan a los prófugos a volver a sus pueblos, asegurándoles que la vida ha vuelto a la normalidad". Una investigación del Cpi-Ml denuncia que el ‘pogrom’ contra los cristianos había sido organizado desde hacía tiempo por las organizaciones Vishwa Hindu Parishad y Bajrang Dal. Por este motivo, los comunistas piden que el Gobierno central las prohíba y las declare fuera de la ley. http://www.aica.org/
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